Uno de los fines principales por los que se creó la Sociedad Irungo Atsegiña, fue el fin benéfico. A lo largo de los primeros años de su trayectoria humanitaria, la Sociedad fue invirtiendo importantes sumas de dinero y enseres con carácter benéfico.  Como ejemplo, el mismo año de la fundación se contribuyó con tómbolas y festivales benéficos en favor de los soldados que luchaban en África. Ese mismo año comienza también la ayuda a los menesterosos y más en concreto, a los acogidos en el Hospital Asilo de Irun a los que, entre otras atenciones, cabe destacar la entrega de la tradicional “opilla” de San Marcos. Igualmente, a partir del año 1925, a los niños del Hospital Asilo de Irun se les obsequiaba con regalos, que los Reyes Magos se encargaban de traer desde Oriente. Otro ejemplo a destacar es el importante gesto que realizó la Sociedad donando en 1965 al Hospital de Pau diez litros de sangre, por lo que el Ayuntamiento de esta ciudad impuso la medalla de plata de la ciudad a la Sociedad. La Sociedad también posee la medalla de l’Association Nationales des Donneurs de Sang concedida por la Delegación de los Pirineos Atlánticos y actualmente es socia de honor de la Asociación de Donantes de Sangre de Gipuzkoa. Fue el año de 1966 cuando el alcalde Irun hizo entrega del título concedido por el Ministro de Gobernación por el que se ingresaba la Sociedad Irungo Atsegiña en la orden de Beneficiencia, siendo distinguida con la Cruz de 2ª clase.